Nos encontramos en un contexto en el que la educación ya no solo se centra en adquirir contenidos. Ahora, la escuela también hace una gran labor de aprendizaje de valores, habilidades sociales y cognitivas… Entramos en el mundo de las escuelas inclusivas, que tienen el objetivo de conseguir que todos los alumnos lleguen al máximo de su potencial.
Se ha demostrado que las herramientas lúdicas son una buena hoja de ruta para conseguir estos objetivos, y entre ellas, destacan los juegos cooperativos.
Hoy, os contamos todo lo que hay que saber sobre los juegos cooperativos.
¿Qué son los juegos cooperativos?
Los juegos cooperativos son aquellos en los que todos los jugadores trabajan y se esfuerzan para conseguir un objetivo común. La característica principal es que los objetivos siempre serán positivos, no competitivos, y muy a menudo relacionados con actividades motrices.
En este tipo de juegos hará falta que los jugadores se ayuden mutuamente, que aprendan a compartir y cooperar. De esta manera evitaremos la oposición o competitividad y la participación en condiciones de inferioridad.
Los juegos cooperativos fomentan el aprendizaje del trabajo en equipo y promueven la resolución constructiva de conflictos.
Tipos de juegos cooperativos
A continuación, te contamos los diversos tipos de juegos cooperativos que existen:
- Juegos de presentación: Suelen ser juegos muy sencillos. El objetivo principal es presentarse, ser un primer contacto entre los participantes, una primera aproximación.
- Juegos de conocimiento: Como su nombre indica, la idea detrás de estos juegos es que los jugadores se conozcan entre sí.
- Juegos de afirmación: El objetivo prioritario es que los participantes se reafirmen como personas, así como que el grupo se reafirme como tal.
- Juegos de confianza: La finalidad es, claramente, estimular la confianza tanto del grupo como de uno mismo. Normalmente se hace a través de ejercicios físicos.
- Juegos de resolución de conflictos: En esta variedad se plantean situaciones de conflicto y los participantes las han de resolver de forma cooperativa.
- Juegos de distensión: El objetivo fundamental es soltar energía, disfrutar de un buen rato en grupo, estimular el movimiento…
Como hemos visto, los juegos cooperativos pretenden fomentar la cultura de la paz y no violencia. De esta manera, los juegos cooperativos quieren romper con la visión individualista-competitiva (que gane el mejor), para construir otra solidaria-participativa. Así, los juegos dejarían de ser de uno contra el otro, para ser de un con el otro para conseguir el objetivo común.
A partir de aquí, te recomendamos un par de actividades para hacer en clase, que ayudan a cohesionar el grupo.
Niños de entre 8 y 11 años: El lazo
En este juego no hace falta material, solo un espacio grande por el que desplazarse. Un niño toma el rol de perseguidor, y su objetivo es ir incorporando a sus compañeros a la cadena y, cogidos de la mano, atrapar al resto.
La conversación puede girar en torno al trabajo en equipo, las ventajas y desventajas y las oportunidades que puede implicar.
Jóvenes de 14 a 16 años: Ordenamos zapatillas
El objetivo será ordenar un montón de zapatillas que estarán mezcladas y al otro lado del espacio que se haya delimitado para hacer la actividad. Se formarán dos grupos que, por turnos, deberán acercarse ordenadamente a la pila de zapatillas, ordenarlas y volver a la línea de salida.
Además de trabajar la velocidad de reacción, también se fomenta el trabajo y organización cooperativa, así como la resolución de conflictos.