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Hay que repensar los patios, ¡son espacios con valor!

Lunes, 04 Mayo 2020
La mayoría de la comunidad docente es consciente de la importancia de poner en valor los patios y no considerarlos como simples espacios de recreo sino como el primer escenario donde niños/as y jóvenes aprenden a relacionarse sin la supervisión de sus familias y donde empiezan a socializarse y, sobre todo, a compartir.
La mayoría de la comunidad docente es consciente de la importancia de poner en valor los patios y no considerarlos como simples espacios de recreo sino como el primer escenario en que los más pequeños aprenden a relacionarse sin la supervisión de sus familias y donde empiezan a socializarse y, sobre todo, a compartir. Tal y como indica este artículo de la web Educación 3.0, el patio debe ser un sitio interactivo que permita seguir aprendiendo.

Aunque la realidad es palpable y necesaria, en muchos casos sólo nos encontramos en una etapa embrionaria de tomar conciencia del problema pero estamos lejos de una fase de actuación.

A continuación damos paso a unas reflexiones generales:
  • Es importante tener en cuenta, en primer lugar, los intereses de los niños y niñas. Esto supone un gran esfuerzo, participación y coordinación de toda la comunidad educativa. Aunque parezca obvio, hay que tener claro cuáles son los objetivos que deben cumplir los patios.

    Aquí en reflejamos algunos:[list]
  • Deben ser espacios inclusivos. Como refleja este artículo titulado " La igualdad comienza en el patio de la escuela ", cuando niños y niñas comparten espacios, ellos suelen invadir el espacio ajeno y ellas suelen cederlo pacíficamente, casi de forma inconsciente.
  • Que potencien el desarrollo motriz y cognitivo de los más pequeños.
  • Con elementos en los que estén presentes la naturaleza.
  • Los patios deben tener recursos que potencien la imaginación.
  • ¿Y cómo conseguiremos saber qué es lo que necesitan y quieren los niños y niñas? Pues muy sencillo: Preguntando. Son muchos los centros escolares que han pasado a la acción y que para representar de manera acertada los patios han consultado al alumnado para saber su opinión. ¿Qué le gustaría que se pudiera hacer en el patio? Tan simple como eso.
  • Obviamente hay ideas y alternativas más viables que otras. No siempre todo lo que se propone se puede llevar a cabo o bien por un tema presupuestario o bien por un tema de espacios. De ahí que el siguiente paso sea crear consenso del equipo docente para valorar y crear un plan de acción que contemple materiales y personal necesario para llevar a cabo los intereses del alumnado.

    Pero este tema no sólo recae sobre el personal docente del centro, sino que son las familias a través de organismos como el AMPA las que a través de sus propones pueden implicarse activamente en numerosos aspectos de la educación de sus hijos . Es aquí donde entra en juego también todo lo relacionado con las instalaciones del centro educativo.
  • Hay que tener en cuenta que los intereses varían en función de la edad de cada niño por lo tanto, cuando se valore qué se debe tener en cuenta en estos "nuevos patios" hay que pensar en las diferentes franjas de edad para que todo el alumnado se vea reflejado y encuentre recursos para su desarrollo y entretenimiento.

    En este punto es importantísimo tener un patio infantil separado y diferenciado del de primaria y el de secundaria.
  • Acabar con la dictadura del balón, ¡una tarea difícil! Un patio sin balón es una tarea más utópica de lo que a simple vista parece. Implica concienciar al alumnado pero también al profesorado, ya que para llenar ese tiempo se debe recurrir a otros juegos y alternativas. En muchas ocasiones, se detecta que los más pequeños están acostumbrados a jugar "sólo" a la pelota y que les cuesta juega a otros juegos. Es por eso que es importante dedicar tiempo y esfuerzo a enseñarles juegos diferentes y alternativos.

    En algunos centros este aspecto se está tratando de manera gradual; y lo que se pone en práctica es escoger varios días de la semana y convertirlos en "el día sin pelota en el patio".
  • La distribución de los patios es algo muy importante. En muchas escuelas esta distribución queda formada según los campos (ya sea de fútbol o de baloncesto) y los espacios para los demás juegos quedan reducidos en las inmediaciones de estas pistas sin mucha más opción. Esto se traduce en que los que quieren jugar a la pelota ocupan casi todo el espacio y el resto se queda en espacios mínimos para el juego.

    La normativa en materia de construcciones escolares obliga a que todo el patio tenga una pista polideportiva de 32 x 44 metros que permita el dibujo de dos canchas de baloncesto y una de fútbol en la misma superficie, que incluya dos porterías y cuatro cestas de baloncesto.
  • ¿Hay control sobre cómo se socializan los niños? Es importante que el espacio de juego de los más pequeños esté supervisado por profesionales que sepan encontrar el equilibrio entre que los niños y niñas se sientan con autonomía para ser ellos mismos; pero también deben ser capaces de prevenir y detectar posibles casos de acoso escolar, conflictos o peleas. En esta línea, es importante que también se tenga presente no caer en el cliché de que hay un espacio para niños y otro para niñas, sino que se juegue de manera integrada e inclusiva.[/list]
    Aunque en muchos casos las buenas ideas pasan por un tema económico, es importante tener claro que muchas veces no es necesario un presupuesto elevado para poner en valor estos espacios y hacer que sean lo más idóneos posible; sino que es más importante la actitud de las partes implicadas en el proceso creativo y el interés que se muestra por construirlos y adaptarlos.

    A continuación os dejamos varias ideas de elementos y recursos que pueden hacer que un patio cumpla con sus funciones:
    • Elementos naturales. Cuanto más se aproxime la naturaleza en la escuela más podrán observar y experimentar los más pequeños. No es necesario un gran espacio ni infinidad de recursos. Se puede crear pequeños huertos y jardineras dentro de neumáticos pintados, en patente, o en pequeñas estructuras. Además, también se puede valorar jardineras verticales utilizando las paredes.
     
    • El suelo, ¡un gran aliado! A veces no hay mucha cosa para pasarlo bien. Sólo pintando elementos que inviten al juego es suficiente. Algunas ideas pueden ser: un jaque, un tres en raya, una rayuela... Y de nuevo, no olvidemos la pared: ¿por qué no una pizarra gigante a su alcance para potenciar su imaginación?
     
    • No todos los elementos de juego deben estar de forma permanente en el patio. Muchas alternativas poder ser recursos que el profesorado saque al exterior en días puntuales para llevar a cabo una determinada actividad. En este aspecto se puede ayudar a los niños a aprender a cuidar materiales y ser responsables de su uso. Cuerdas, gomas, peonzas, pañuelos... Las alternativas son accesibles, múltiples y variadas.