Hablamos de comunidad educativa y lo hacemos teniendo en cuenta la perspectiva de aquellas personas y profesionales que trabajan diariamente para acompañar en los diferentes procesos de aprendizaje a los niños y las jóvenes. Entendemos esta desde el marco de la educación formal en la escuela, la educación no formal en el conjunto de las actividades del ocio educativo hasta la educación informal desde casa y el entorno social más cercano del niño.
En nuestro territorio, desde hace muchos años, las entidades de ocio han creado espacios comunitarios y de aprendizaje basados en la educación en valores, convirtiéndose en referentes educativos para gran número de personas.
Desde la escuela se trabaja continuamente para que los niños puedan disfrutar de otros espacios de aprendizaje fuera del aula. Estos espacios, consolidados en los últimos años son, entre otras, las casas de colonias.
Las casas de colonias se enmarcan en el espacio de encuentro comunitario y de participación con una propuesta amplia para profundizar como complemento del trabajo curricular de la educación formal durante el curso escolar.
Más allá de la propuesta complementaria al currículo escolar, son el espacio ideal para crear una buena sintonía de grupos fuera del aula y en un espacio natural, donde se mezclan múltiples actividades que permiten al individuo disfrutar de una experiencia gratificante para su desarrollo social, cultural y humano.
Esta experiencia es la apuesta del conjunto de la comunidad educativa para que los más pequeños y no tan pequeños puedan disfrutar del ocio a través de una forma diferente de aprender a ser, a hacer, a vivir ya convivir.
La situación de confinamiento y aislamiento social actual, donde los balcones y los comedores de casa han sustituido los patios, calles y plazas, pone de manifiesto la importancia de articular espacios de ocio, diversión y aprendizaje alternativos a los que se ofrecen desde el escuela.
Son justamente estos espacios donde pueden expresarse con naturalidad; aprendiendo cada día de los adultos que los acompañan, de la monitora de comedor que hace juegos a la hora del patio, de la maestra que hace las matemáticas con una actividad innovadora en el aula, de la monitora que los recibe con los brazos abiertos cuando llegan a la casa de colonias.
En un momento como éste necesitamos el acompañamiento del entorno social de proximidad para poder hacer todo más liviano y sostenible. La educación en el tiempo libre es una clara apuesta por generar espacios seguros de diversión, entretenimiento y aprendizaje, a través de la transmisión de valores y principios como la solidaridad, el respeto a la diversidad, la igualdad y la amistad, entre otros.
Seguro que superaremos las barreras de esta crisis, volveremos a llenar las aulas de aprendizaje y conocimientos, los patios de juegos y las casas de colonias volverán a estar más vivas que nunca. Haremos un esfuerzo para preservar todo el capital humano y social de nuestro entorno, conservando los espacios con la máxima calidad y cuidando el trabajo de tantos educadores y educadoras que durante todo el año trabajan y disfrutan haciendo una labor social, educativa y viva esencial en la trayectoria educativa de niños/as, adolescentes y jóvenes.
Desde Eix Estels, por nosotros y por ellos, nos reencontramos en las aulas, en los patios y en las casas de colonias.
El valor de los espacios educativos fuera del aula
Martes, 07 Abril 2020
En nuestro territorio, desde hace muchos años, las entidades de ocio han creado espacios comunitarios y de aprendizaje basados en la educación en valores, convirtiéndose en referentes educativos para gran número de personas.