Blog padres

Una familia monoparental se compone por tan sólo uno de los progenitores y sus hijos. Al contrario de lo que se suele pensar, que estas familias cuenten con sólo un padre no siempre es por circunstancias trágicas, y son familias cada vez más comunes.

Este tipo de familias está al cargo de la sola figura de un padre o de una madre, siendo esta última la más habitual. Y aunque técnicamente es muy diferente de aquellas con dos padres, su sentido es exactamente el mismo. En su núcleo puede ver los mismos procesos, con reglas similares a las que se establecen en toda familia, y con el mismo tipo de amor entre sus miembros.

Los desafíos para una familia de un solo progenitor

Tendrás comprobado en tu vida diaria que no son pocas las familias con esta particularidad, y no es de extrañar, porque sus causas no han dejado de extenderse más y más en la sociedad con el pasar de los años. Incluso existe una variante de estas familias monoparentales, en las que sus miembros conviven con abuelos u otros familiares.

Este tipo de núcleo familiar necesita contar con una buena cantidad de apoyo externo, que puede provenir de las instituciones oficiales, los familiares o de amistades cercanas. Con una sola persona a cargo de sus propios hijos, la consideración social debe ser mayor, y los otros deberían prestarles la ayuda que necesitan para cuidar de los niños, o contribuir de otras formas a su educación.

Y es que no son pocos los desafíos que una familia de estas características tiene que afrontar. En gran medida depende de las circunstancias propias del núcleo familiar. En términos de definición de "monoparental" puedes encontrar varios casos para los que los retos son muy diferentes:

- El caso de un padre de avanzada edad, ochenta años, conviviendo sólo con un hijo de en torno a los cincuenta años.

- Madres adolescentes con un hijo de menos de dieciocho meses, viviendo con sus padres y hermanos en el mismo hogar.

- Madres solteras con uno o más hijos, viviendo a solas con ellos.

- Padres viudos que viven con uno o varios hijos adolescentes.

- Mujeres que se han divorciado, y que viven solas con sus hijos.

Dados estos pocos ejemplos, podrías pasarte mucho imaginando diferentes tipos de relaciones familiares, y tratando de identificar los desafíos para cada familia. Para poder hablar de qué desafíos afronta una familia de estas características, nos centraremos en el grupo definido habitualmente como "monoparental": una familia con hijos menores de edad y dependientes de su progenitor, para las que se pueden identificar las condiciones de la responsabilidad del progenitor ausente, según la razón de esta ausencia.

Con la imagen de una familia de este tipo en mente, ya podemos establecer los retos a los que se puede enfrentar una familia que reúne estas características concretas.

- Puede existir el riesgo de que el aspecto económico sea sensiblemente desfavorable. El cuidado de los niños requiere restarle dedicación y tiempo al trabajo, e incluso la necesidad de rechazar nuevas oportunidades laborales.

Además, de ello, suele ser habitual que los compromisos impidan un cumplimiento adecuado en seguir los horarios. Y, como consecuencia de todo ello, los ingresos para el padre o madre en cuestión serán inferiores.

- Es complicado que el cabeza de familia consiga sacar tiempo para sí mismo. No puede desconectar en ningún momento de la atención a su familia, no existiendo el mínimo necesario de independencia. El agotamiento físico y mental se puede ir haciendo patente.

- Todas las responsabilidades recaen en la misma figura. Como no existe la posibilidad de delegar en el otro progenitor ausente, muchos planes deben cancelarse a tenor de la situación de la familia.

- Puede que el trabajo no sea el deseado, pero por razón de responsabilidad con los hijos no puede rechazarlo. El mantenimiento de la familia se vuelve la obvia prioridad, y con ello se favorecen las situaciones de explotación laboral.

- El tiempo que el progenitor en cuestión dedica a sus hijos es limitado, porque sus otras obligaciones impiden que se dedique de forma plena a las actividades planeadas con ellos.

- Existirán menos conflictos familiares al no existir una figura de autoridad contrapuesta, pero al mismo el desafío de la responsabilidad es mucho mayor, al no existir otra persona igual de implicada e interesada en las decisiones.

- Los niños de este tipo de familias pueden sentir incomprensión por parte de otros niños, que les pueden hacer preguntas que les resulten difíciles de contestar. A veces, este problema puede trasladarse por los hijos en el hogar, creando nuevas situaciones incómodas con las que lidiar.

El ocio educativo como herramienta de apoyo a las familias monoparentales

El ocio educativo es una importante herramienta con la que los padres de este tipo de familias pueden ayudar a sus hijos a desarrollar su educación y formación al tiempo que la perciben como parte de su tiempo libre. Este concepto es algo que puede desarrollarse ocasionalmente en el propio hogar, pero que cobra especial importancia cuando se aplica desde las escuelas.

Para desarrollar espacios de ocio infantil puedes recurrir a nuestras casas de colonias , espacios perfectos para que cualquier escuela pueda realizar planes de ocio infantil para diferentes períodos, que además resulten instructivos e inspiradores para los niños.

Eventos de educativos y recreativos en nuestras colonias de verano

Una colonia de verano es una oportunidad para que los hijos de una familia monoparental pasen una temporada en compañía de otros niños, realizando actividades adecuadas para su edad y compartiendo estas experiencias con sus semejantes.

Además, podrás apreciar el valor que supone para el padre o la madre disponer este tiempo libre durante unas semanas. Una oportunidad para toda la familia de cambiar de aires y recargar las pilas antes de reunirse y volver al día a día.

Como puedes apreciar, llevar adelante una familia monoparental no es nada fácil. Todos tenemos que poner algo de nuestra parte para que estos núcleos familiares se integren y prosperen en nuestra sociedad.