La educación de los niños es un elemento crucial tanto en la familia monoparental como en la biparental. A veces tendemos a creer que lo mejor es apuntar a nuestros hijos a actividades extraescolares de diversas áreas para que aprendan muchas cosas diferentes.
Es una buena idea, sí. Sin embargo, no podemos olvidarnos del juego y el ocio educativo, que ayudan a trabajar tanto áreas de la mente como capacidades psicomotrices. En este caso queremos ir un poco más allá y hablar de cómo el juego afecta el desarrollo personal de los niños.
¿Cómo afectan el juego y el ocio educativo al desarrollo personal?
Socialización
Un primer aspecto, bastante evidente, es que los niños desarrollan sus habilidades comunicativas en gran parte a través del juego. Así es cómo se relacionan con otros niños de su edad, por lo que el tiempo de ocio sirve para crear la base de unas habilidades que marcarán el resto de su vida.
Trabajo en equipo
Esto se aplica a casi cualquier tipo de juego. En el fútbol exige cooperación, en los juegos de mesa hay que prestar atención a lo que hacen los demás y muchas veces los niños adoptan roles que se complementan cuando utilizan juguetes. Sea como sea, se crean dinámicas en las que el papel de un no tiene sentido sin el de los demás, y por eso el juego fomenta la colaboración entre compañeros.
Tus hijos tendrán que trabajar en equipo muchas veces en su vida adulta, por lo que conviene que vayan desarrollando estas capacidades ya de pequeños.
Tus hijos aprenden sobre el triunfo, pero también sobre el fracaso
Está bien felicitar a tus hijos cuando hacen algo bien y inculcarles esa sensación de triunfo. Sin embargo, las cosas suelen ser más complicadas en cuanto al fracaso se refiere, pero eso no quiere decir que haya que evitar el tema. El fracaso existe y hay que asumirlo lo antes posible.
Tus niños crecerán y sufrirán frustraciones, lo que será normal. Sin embargo, no serán capaces de enfrentarse a estas si no han sufrido otros menores cuando eran pequeños. Esto significa que no es necesario proteger a los niños frente al fracaso, sino que hay que dejarlos experimentarlo en la medida que les corresponde.
Pongamos un ejemplo: un niño sentirá frustración cuando pierda un partido de fútbol, por ejemplo, pero un adulto lo hará con cosas más graves como perder un trabajo o no entrar en la universidad que quería. Si un niño no se expone a pequeños fracasos propios de la infancia y debe enfrentarse directamente a los problemas de los adultos, difícilmente podrá asimilarlos.
A través del juego, los pequeños sienten la victoria cuando ganan, pero también se frustran cuando pierden. No pasa nada, es algo normal que tienen que vivir y que tendrá un importante papel en su desarrollo.
Aprenden a cumplir normas
En la escuela, en el trabajo ... nos pasamos la vida cumpliendo normas y hay que aprender a hacerlo desde pequeños. Todos los juegos tienen pequeñas reglas y eso podemos verlo por ejemplo en los deportes y en los juegos de mesa.
Con el ocio educativo tus hijos deberán ser capaces de cumplir ciertas pautas, lo que les prepara para el resto de su vida.
Aprenden sobre la vida real
Seguro que has visto que tus hijos van adoptando roles cuando juegan. Ahora son profesores, en una hora estarán cuidando de su bebé y de aquí a tres serán pilotos de coche profesionales. Lo importante es que van experimentando diversos papeles y con ello diferentes formas de relacionarse.
Es una buena manera de que vayan conociendo el mundo y también desarrollando una capacidad de adaptación a las circunstancias. Puede que en un inicio no veas la importancia que esto tiene, pero piensa que los juguetes y el tiempo de ocio son las herramientas que tienen los niños para descubrir lo que les rodea.
Déjalos que jueguen como quieran y observa la manera que tienen que ir cambiando los roles. Seguro que te parecerá interesante y descubrirás detalles en los que no habían fijado.
Se conocen a sí mismos
Jugar les permite descubrir cómo reaccionan a diferentes estímulos. Verán que les molesta perder, que se ponen protectores cuando simulan que su bebé ficticio está enfermo y que se alegran cuando algo les sale bien. Además, si juegan con otros niños verán que el resto no reacciona exactamente de la misma manera, sino que cada uno tiene una manera de ver las cosas y gestiona sus triunfos y frustraciones de manera diferente.
En definitiva, el juego les permite ver cómo se desarrollan sus sentimientos y sus emociones, por lo que pueden conocerse mejor a sí mismos.
Fomenta la imaginación
Dale un muñeco a un niño y creará una historia entera. La creatividad es una habilidad que los niños tienen que desarrollar. Por eso tienes que intentar que tus hijos no tiendan a pasar más tiempo del recomendado con la televisión y los videojuegos y promover el ocio educativo para ellos.
Conviene que tengan que inventar sus propias historias y crear sus propios roles. También surgirá la oportunidad de jugar entre hermanos - si tienes varios hijos- e incluso de compartir este momento de ocio contigo, lo que te permitirá estrechar lazos y pasar más tiempo en familia. Fomentar la imaginación y la creatividad a través del juego es muy importante, ya que estas capacidades son las que luego nos dan habilidades resolutivas frente a problemas diversos.
Como ya ves que el ocio educativo tiene un papel muy importante, por lo que cualquier familia monoparental o biparental deberá darle la importancia que se merece. Igual de fundamental es que tus hijos jueguen con otros niños, ya que de este modo desarrollarán mejor sus habilidades de trabajo en equipo. Para ello puedes optar por las casas de colonias de verano o durante todo el año, donde se fomentará el juego con los compañeros. Este tiene un papel fundamental en su desarrollo, así que asegúrate de dejar a tus hijos su tiempo de ocio.
¿Cómo influye el juego en el desarrollo personal de los niños?
Martes, 17 Septiembre 2019
La educación de los niños es un elemento crucial para las familias, y el juego un activo que influye en el desarrollo personal de los niños.