En la cultura occidental, tradicionalmente hemos tratado la muerte como un tabú y se ha convertido en un tema del que apenas se habla. En el contexto actual, es inevitable hablar de ello, por eso, des de Eix Estels queremos darte algunas ideas sobre como abordar el tema de la muerte con los niños y adolescentes, así como sobre la mejor manera de acompañarlos durante el proceso del duelo.
¿Qué es el duelo?
El duelo es el proceso de adaptación emocional que se da después de cualquier perdida. No hablamos solo de seres queridos, cuando perdemos un trabajo, dejamos una relación de pareja o incluso si nos mudamos nos enfrentamos a un proceso de duelo.
Se trata de una experiencia emocional muy delicada de por sí, que se complica aún más cuando la persona que la vive aún no tiene todas las herramientas para superarlo por ella misma.
Durante la infancia, los niños aún no tienen claros los conceptos de la vida y la muerte, y a medida que se hacen mayores, empiezan a entender las implicaciones de la muerte. Pero tenemos que recordar siempre que, aunque conozcan el significado de la muerte, lo más probable es que durante la adolescencia aún no lo entiendan. Muchas veces parecen adultos, pero aún no lo son.
El duelo y los niños
Como hemos dicho, cuando los niños se encuentran ante la muerte de un familiar no entienden qué quiere decir, hasta los 6-7 años, los niños no empiezan a comprender toda una serie de conceptos básicos para entender lo que implica que alguien muera. A continuación, exponemos algunos:
- Irreversibilidad: El “para siempre” no existe para ellos, la muerte se debería poder interrumpir, igual que el sueño.
- Universal: Creen que la muerte no puede afectarles ni a ellos ni a sus seres queridos.
- Incontrolable: Pueden pensar que, si hubieran querido más o mejor al desaparecido, no habría muerto.
Los adolescentes y el duelo
Aunque los jóvenes pueden parecer pequeños adultos, debemos tener en cuenta que las emociones se viven más intensamente en esta etapa de la vida.
Recordamos también que en esta época es habitual que haya conflictos en la convivencia familiar, debidos a los cambios emocionales y físicos que se viven durante la adolescencia.
En el caso de los jóvenes, el problema no será tanto la aceptación de la muerte como algo inevitable, sino la gestión de unas emociones muy intensificadas. Además, es probable que no quieran compartir sus sentimientos con los adultos, ya que creen que eso les hace vulnerables.
Cómo ayudar a los niños y jóvenes en los procesos de duelo
A menudo se dice que los niños no se dan cuenta cuando se vive una perdida y que no pueden entender los rituales asociados, por lo tanto, sería mejor que no participaran y que los adultos disimularan sus emociones.
Nada más lejos de la realidad.
Los niños se dan cuenta de todo, y no hacerlos partícipes de la realidad puede ser muy contraproducente en su desarrollo.
Aquí, te contamos algunas cosas a tener en cuenta a la hora de ayudar a gestionar el duelo a un niño:
- Aceptar la perdida y echar de menos: asistir a los rituales, compartir la pena con toda la familia... Estar integrados en todo momento es básico para entender y aceptar la situación.
- Mantener al máximo las rutinas, los ratos de ocio i de amistades.
- Reconocer las emociones: Si el padre de un niño muestra sus emociones, el niño aprende a expresarlas y normalizarlas.
- El aislamiento y la incomprensión son naturales en esta etapa, pero hay que hacer lo posible para que no pasen solos por este proceso.
- Mucha paciencia: Además de complejo, puede ser un proceso bastante largo, tenemos que aceptar el tiempo que necesiten.
- No son adultos: Nos tenemos que comunicar de forma cercana y llana, para ayudarlos a entender lo que ha pasado y sus propias emociones.
¿Has tenido que comunicar una muerte a tus hijos? ¿Te han quedado dudas sobre la mejor manera de afrontarlo? ¡Déjanos un comentario, creemos comunidad!