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De acuerdo con los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación del curso 2016-2017, España cuenta con una población escolar de más de 8 millones, de los cuales un millón y medio están en Cataluña.

El informe publicado en el 2016 para Save the Children: "Yo a eso no juego" , revela que uno de cada diez niños reconoce haber sufrido acoso en su etapa escolar, lo que deja una alarmante cifra de casi un millón de niños en España y más de 100.000 en Cataluña, que forman parte de la población en riesgo de sufrir Bullying o acoso escolar.

Si quieres ayudar a tus hijos a protegerse del acoso escolar, y entre todos disminuir estas escalofriantes cifras, vamos a compartir contigo algunos puntos clave para que el fantasma del Bullying no llegue a tu familia.

¿Como ayudo a mis hijos a evitar el acoso escolar?

A menudo cuando se habla de acoso escolar o Bullying, muchos lo ven como algo ajeno, como una trágica noticia en los medios de comunicación, y no como algo que ellos mismos han sufrido en la infancia o que sus familiares pueden sufrir. El Bullying no sólo se trata de sufrir agresiones físicas en la escuela, la mayoría son abusos verbales, psicológicos, sociales y ciber-acoso, que llevan consigo graves secuelas en el desarrollo psicológico y social tanto de los niños agredidos, como los agresores.

Prevenir el acoso escolar es la mejor manera de solucionarlo, ya que en muchos casos es un problema que viene de la educación que reciben los menores, y son pequeños gestos y lecciones no aprendidas las que provocan que una niña o niño pueda convertirse tanto en agresor como víctima.

Educación adecuada

Ser educados en un clima de respeto, comprensión, afecto y justicia es crítico para que los niños desde muy jovencitos empiecen a desarrollar sus habilidades psicológicas y sociales, ya que es una actitud que debe partir desde el seno de la familia.

Las reacciones exageradas cuando cometen una equivocación, recibir críticas en público, que no sientan que son tratados como iguales intelectuales y que se les impone la autoridad sin razones, pueden hacer que los pequeños oculten los errores para evitar "la bronca ", que actúen con violencia verbal o física sobre los otros niños, que desarrollen timidez, falta de sociabilidad, y en definitiva un cúmulo de consecuencias negativas que afectarán a sus habilidades sociales y pueden colocarse fácilmente en el papel de perpetrar o sufrir un abuso.

Confianza en sí mismos

Desarrollar la confianza en sí mismos de los más pequeños es uno de los puntos más importantes, la falta de confianza no sólo genera problemas en su vida social, estudiantil y posteriormente laboral, sino que puede colocarlos en el punto de mira de sufrir un comportamiento abusivo de otros compañeros.

No sólo eso, sino que también puede darse el caso contrario, que recurran a compensar su falta de confianza o complejos de inferioridad generados por sus propios familiares con un comportamiento de sobreprotección por ejemplo, abusando ellos mismos de otros niños que parezcan más débiles.

Asertividad

La asertividad es la habilidad de actuar o expresar las ideas y sentimientos propios de manera serena, sin manifestar ansiedad o agresividad ante los demás. Una persona asertiva podrá expresar sentimientos positivos y negativos hacia el comportamiento de los demás con facilidad, y tienen una capacidad más elevada de sentir una determinada acción como adecuada o no.

De este modo, no sólo se reduce el riesgo de que sean víctimas del Bullying, sino que en el caso de producirse alguna agresión es más probable que informen de ella o la rechacen, también pueden actuar en caso de que vean que se produce un abuso de otro compañero, y evitar que ellos mismos ejerzan la violencia contra otros niños.

Sobreprotección

La sobreprotección es uno de los grandes caldos de cultivo del Bullying, debido a las consecuencias que provoca entre las que podemos citar la inadaptación social, la dependencia y la falta de confianza o deficiencias en la gestión de sus emociones. Comportamientos como evitar que se enfrente a sus propios problemas y frustraciones, evitar cualquier tipo de repercusión negativa para sus acciones, controlar todo lo que hace, provoca que los niños no sepan comportarse con sus semejantes y que puedan producirse casos de acoso en las dos partes del problema.

Comunicación

Mantener una comunicación positiva y sana dentro de la familia no sólo es importante para favorecer el mantenimiento de relaciones dentro de la familia, sino que facilita la socialización de todos los implicados en desarrollar sus habilidades sociales desde la base de la familia como hábito de vida.

Evitar los gritos , las sobreactuaciones, el aislamiento y en definitiva un clima inadecuado dentro del núcleo familiar, hace que los niños sean menos propensos tanto a ejercer la violencia verbal como sufrirlo en silencio o a ver a otro compañero padecerla y verlo con pasividad.

Implicación en el ambiente escolar

Conocer a los padres de otros niños, el personal del centro escolar y pertenecer a las AMPAs (asociación de madres y padres de alumnos) dentro de la medida de las posibilidades de cada familia, es muy importante. Estar implicado en el ambiente escolar permitida desde colaborar con las iniciativas contra el acoso, a mantenerse informado de actividades, conocer problemas del centro educativo o de grupos concretos etc.

Responsabilidad en el uso de los medios digitales

En los últimos años, el auge de los medios digitales como las redes sociales, ha causado que cada vez los niños accedan a ellos a una edad más temprana, en muchos casos cuando aún no tienen bien establecidas sus habilidades sociales y están en pleno desarrollo de su autoestima y emociones.

Intentar aislar los niños y adolescentes de los medios digitales es imposible en una sociedad que cada vez está más interconectada gracias a Internet, y un intento de aislar de esta realidad puede llegar a causarle rechazo social, aunque se haga con la mejor de las intenciones. Es importante entonces educar a los pequeños en hacer un buen uso de Internet y las redes sociales , facilitando que se familiaricen tanto con su funcionamiento como con sus riesgos.

Si los niños ven a sus familiares tratar los medios digitales con normalidad y responsabilidad, es mucho más fácil que aprendan a hacer una correcta utilización de ellos y no oculten cualquier problema que puedan tener a través de estos medios.

En resumen

Combatir el Bullying está en manos de toda la sociedad, tanto desde el punto de evitar que los niños se conviertan en agresores o agredidos, como desde evitar que si ven una actuación injusta, guarden silencio. La prevención de todas las caras del monstruo está en la educación desde la más tierna infancia, y en concienciarnos de que es algo real que sufren cada día miles de niños en nuestro país, poniendo todos los medios a nuestro alcance para evitar que sus cifras sigan aumentando.

¿Recuerdas haber sufrido algún episodio de Bullying en tu etapa escolar? ¿Crees que tu hijo/a lo ha podido sufrir?